Son dispositivos electrónicos instalados en áreas públicas que, mediante el uso de luces y sirenas, disuaden la comisión de delitos. Actualmente, son la opción más eficaz para enfrentar el avance de la inseguridad, brindando una mayor protección al disuadir y prevenir delitos.

Ante una situación sospechosa, sensación de inseguridad, necesidad de asistencia o comisión efectiva de un hecho delictivo, los vecinos pueden activar las alarmas presionando los botones de los controles transmisores.

No es necesario que haya un grupo mínimo de vecinos organizados.
Naturalmente, cuantos más vecinos monitoreen la zona, más efectivo será el sistema y menor será la contribución monetaria por persona.
En la mayoría de los casos, con la participación de 6 a 8 vecinos, es posible adquirir el equipo. Posteriormente, a medida que se sumen nuevos vecinos, podrán recuperar la inversión inicial o crear un fondo para adquirir más equipos, accesorios o baterías de repuesto.

Al escuchar la activación de la alarma, es importante prestar atención para identificar el tipo de evento y quién lo activó.
En segundo lugar, es necesario estar atento para determinar si se trata de una falsa alarma o un error. En caso afirmativo, la persona que la activó debería informar inmediatamente a los vecinos o al grupo de WhatsApp.
Si la situación no es un error, se recomienda encender una luz exterior, asomarse por la ventana, levantar una persiana o salir a la calle con precaución.
Es esencial que exista una buena comunicación, así como un compromiso y comprensión entre los vecinos para poder asistirse, ayudarse mutuamente o comunicarse con las autoridades para resolver la situación.

Los controles tienen un alcance comprobado de hasta 200 metros en línea de visión directa y sin obstrucciones.

Aunque los equipos tienen un alcance de 200 metros en línea de visión directa y se pueden escuchar bien a esa distancia, se recomienda instalar al menos una alarma por cuadra para garantizar una cobertura óptima para todos los residentes.

Un "corredor seguro" es la mejor solución para asegurar el tránsito por la zona donde se encuentran instaladas las alarmas.
Los dispositivos se disponen estratégicamente para amplificar su alcance y permitir el uso de un único control remoto para activar todas las alarmas del barrio.

Durante la instalación, se puede configurar para que todas las alarmas instaladas en una zona determinada se activen simultáneamente.

La duración de la pila del control remoto depende del uso que se le dé y puede durar hasta 1 año. El costo de reemplazo es mínimo y las pilas se pueden conseguir en quioscos y ferreterías.

Al seleccionar el equipo adecuado, es importante tener en cuenta la zona que se desea cubrir, la dispersión de los residentes que activarán las alarmas y el lugar donde se instalará el equipo.

Según la cantidad de equipos adquiridos, se diseña un plan para colocarlos de manera que brinden la mejor cobertura y tengan el mayor alcance entre los residentes involucrados.
La instalación se realiza en postes de la calle donde se pueda acceder a la corriente necesaria, o en el frente de las casas de los vecinos, siempre buscando que estén ubicados en puntos estratégicos como la mitad de las cuadras o en las esquinas.
La altura máxima a la que se colocan los equipos es de 7 metros.
La instalación suele llevar unos 30 minutos y solo se pospone en caso de lluvia.

En cada instalación se proporciona un Control Máster que permite configurar nuevos controles que se agreguen posteriormente.
Esta situación es común cuando se suman nuevos vecinos o si alguno pierde su control.

No hay ningún cargo mensual de mantenimiento ni cuota fija asociada.

Se ofrece soporte técnico gratuito para atender consultas relacionadas con el funcionamiento de los equipos o la configuración de los controles después de la venta.

Todos los equipos cuentan con una garantía de fábrica de 12 meses por cualquier fallo en los componentes electrónicos, además de una garantía de instalación de 30 días.

En caso de detectar algún fallo en el funcionamiento, se puede contactar con el soporte técnico para recibir orientación sobre cómo resolverlo o para programar una visita de reparación.

El pago se realiza después de la instalación, una vez confirmado el correcto funcionamiento del equipo.

En caso de interrupción del suministro eléctrico, los equipos seguirán funcionando gracias a la batería de respaldo incluida.
La autonomía de los equipos en modo de espera es de 72 horas.

La batería, si se utiliza correctamente, puede durar de 1 a 2 años.
Se recomienda reemplazarla después de ese tiempo para garantizar el correcto funcionamiento del equipo y mantener la zona protegida en todo momento.